Cuando una mujer se queda embarazada, son muchas las restricciones que amenazan su alimentación hasta que finalmente dé a luz. No puede comer cierto tipo de quesos, sushi, algunos embutidos… ¡Ni siquiera jamón! Y es que el miedo al famoso toxoplasma gondii hace que se eliminen una gran cantidad de productos de la dieta.

Pero ¿de verdad no puede una mujer embarazada consumir jamón? Son muchos los estudios que han apuntado en estos últimos años que, tras el proceso de elaboración del jamón ibérico, la toxoplasmosis ya no debería ser un riesgo al consumirlo. ¿Qué hay de cierto en esto? ¡Continúa leyendo, porque te lo contamos absolutamente todo!
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¿Puedo comer jamón ibérico en el embarazo?
Hasta hace poco, la respuesta a si se puede comer jamón ibérico durante el embarazo era un rotundo no. Para evitar la toxoplasmosis, se eliminaba por completo de la dieta y ya no había ningún tipo de riesgo. No obstante, son muchos los expertos que coinciden en que ya no es necesario ser tan tajante. En primer lugar, hay que tener en cuenta que si la mujer ya ha pasado la toxoplasmosis no existe ningún tipo de riesgo en este sentido, puesto que tiene anticuerpos. Pero ¿y si no la ha pasado?
En este caso, también se puede consumir pero con ciertas precauciones. Los estudios más recientes señalan que cuanto mayor sea el periodo de curación del jamón, menor será la posibilidad de contraer esta enfermedad. Aunque hay más alternativas, como congelar el jamón antes de comerlo. Sigue leyendo, porque te vamos a hablar de estos casos de forma más detenida.
Toxoplasmosis y tiempo de curación del jamón
Antes de adentrarnos en la importancia que tiene el tiempo de curación del jamón, hemos de detenernos necesariamente en qué es la toxoplasmosis. Esta es una infección que deriva de haber consumido un parásito, el toxoplasma gondii, y puede dañar al feto que se encuentra en formación. Puede provocarle problemas en el desarrollo, hidrocefalia o incluso riesgo de aborto, de ahí la importancia de evitar el contacto con este parásito durante el embarazo. Si sigues ciertas recomendaciones, como no consumir carne o pescado poco hecho, lavar bien tanto las frutas como las verduras y no tocar animales desconocidos, no debería haber ningún tipo de problema.

Según un estudio que se realizó en la Universidad de Zaragoza en el año 2011, a los 14 meses de curación ya no se observa ningún tipo de toxoplasma gondii en el producto. De esta manera, las embarazadas podrían consumir jamón que hubiera sido curado durante más de este tiempo sin problema. La clave es contactar con una empresa especializada, como la nuestra, y asegurarte de que el tiempo de curación es superior. Hay jamones que tienen periodos de hasta 30 o 36 meses, con lo cual las probabilidades de que tengan toxoplasma gondii son muy bajas.
No obstante, es lógico que no sean muchas las que se atrevan, puesto que consideran que el riesgo sigue estando ahí. En ese caso, ¡tenemos otra alternativa!
Toxoplasmosis y congelación del jamón
Sí que hay una forma de consumir jamón sin problema, y es congelar previamente el producto durante dos días como mínimo, y a una temperatura de veinte grados bajo cero. Si se cumplen estas condiciones, se ha demostrado que el toxoplasma gondii no puede subsistir en la carne y desaparece la posibilidad de tener una infección.
Quizá el sabor que tú percibas no sea el mismo, ¡pero mejor eso que nada! Como consejo, nosotros recomendamos que se sigan las dos pautas de forma conjunta. Es decir, apostar por un jamón ibérico que tenga más de 14 meses de curación y, además, congelarlo durante más de dos días. De esta manera, sabrás a ciencia cierta que la toxoplasmosis no tiene por qué ser un problema.
Jamón cocinado a alta temperatura
Existe una última opción, aunque quizá no sea la que más atractiva te resulte: consumir jamón cocinado a una temperatura bastante alta. Por supuesto, esto hará que tanto el sabor como la textura cambien por completo. Si bien es cierto que existen muchas recetas, y que es solo durante un tiempo determinado, nosotros apostaríamos por las otras opciones.
💡 Así que ya sabes: sí que puedes consumir jamón ibérico estando embarazada, siempre y cuando sepas el tiempo de curación. Y si te aseguras por partida doble y apuestas por congelarlo, ¡muchísimo mejor! Si lo que te preocupan son los embutidos, debes leer este post sobre embutido y embarazo.
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Bibliografía
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